martes, 29 de mayo de 2012

Conglomerados y el contenido de los medios


En el libro Comunicación y poder, Manuel Castells profundiza en el fenómeno de la comunicación en el siglo XXI. Lo primero que él afirma es que para poder comprender el proceso de comunicación actual y sus componentes, es necesario profundizar en las transformaciones que ha sufrido la tecnología, la estructura de las empresas mediáticas, la cultura de la globalización y la cultura local (lo global y la identidad); y finalmente, las transformaciones en las relaciones sociales y las relaciones de poder.

En cuanto al tema de la estructura de las empresas mediáticas y su organización, Castells identifica los siguientes cambios:
- La comercialización generalizada de los medios- la globalización y concentración de las empresas de comunicación de masas mediante conglomerados y redes;- La segmentación, personalización y diversificación de los mercados de medios de comunicación, con especial hincapié en la identificación cultural de la audiencia;- La formación de grupos empresariales multimedia que abarcan todas las formas de comunicación y, por supuesto, Internet,- y una mayor convergencia empresarial entre operadores de telecomunicaciones, fabricantes de ordenadores, proveedores de Internet y empresas propietarias de los medios de comunicación. (Castells, 2010: 89)
 Según este autor, la formación de estas redes globales ha sido posible gracias a los cambios y la creación de nuevas políticas públicas que están a favor de la desregulación del mercado, la liberalización y la privatización, pues éstos son los principios que predica el sistema económico global.

Los medios de comunicación se convirtieron en un negocio, y al ser un negocio, las formas de comunicar y las operaciones de dichos medios han cambiado radicalmente. Se han formado alianzas globales, pero, a pesar de estas alianzas, lo local se mantiene, pues el éxito en audiencias y en ganancias de un medio depende de su capacidad para adaptarse a la comunidad a la cual está dirigido. Esto no quita que lo global, a su vez, influya en lo local: los conglomerados, al entrar a nuevos mercados, logran reprogramar eficazmente “el mercado regional hacia un formato comercial que facilite la conexión con sus redes empresariales.” (Castells, 2010: 130)
 
Por esta razón, programas son importados y exportados a otras naciones, como por ejemplo Quién quiere ser millonario, Betty la fea, entre otros. De esta manera, muchas veces se ve influencia internacional, como por ejemplo, de Estados Unidos, en los contenidos de los medios locales; y vemos cómo éstos, al tratar de competir por audiencias con los productos importados, imitan formatos estadounidenses. Por otro lado, los contenidos que se producen en las diferentes empresas no tienen mucha identidad, sino que se trata de que pueda ser dirigido a varios públicos a la vez.





Esta es una de las muchas consecuencias que tiene este tipo de estructura empresarial que están tomando los medios de comunicación. Los contenidos se van transformando para obtener más audiencias y para tener cada vez más conexiones y más cobertura. Y al transformarse los contenidos, se pueden generar grandes efectos en la sociedad que está recibiendo la información tanto en su identidad como en sus opiniones y en los símbolos que utilizan. 

Bibliografía: 
Castells, Manuel. Comunicación y poder. Madrid: Alianza Editorial S.A. Año: 2010

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