“La transformación tecnológica y cultural de la comunicación
social se ha canalizado y conformado mediante estrategias empresariales que
llevaron a la formación de un sistema de empresas multimedia conectado
globalmente.” (Castells, 2010: 144) Son los intereses empresariales los factores que definen o
determinan el despliegue de estas redes de comunicación. La formación de este
sistema de empresas o de redes fue posible gracias a una transformación en las
políticas reguladoras en el mundo.
En el mundo entero se ha visto esta tendencia, sin embargo,
nunca tan extrema como en Estados Unidos, pues en la mayoría de naciones se
tiene la noción de los medios de comunicación como entes de gran influencia
sobre la cultura y la política dentro de una sociedad: “En el mundo, por lo
general, la comunicación siempre se ha considerado demasiado importante como
para dejarla en manos privadas.” El Estado, generalmente, era el que tenía el
poder sobre los medios, y en el mundo, la privatización y la desregulación de
éstos se ha venido dando a un paso más lento que en USA. El gobierno, a pesar
de permitir que los medios pasen a manos privadas, tiene el poder de repartir
licencias a determinadas empresas o personas.
En resumen, la política reguladora más importante en Europa y en la mayor parte del mundo ha sido la liberación gradual y limitada del control de los gobiernos nacionales sobre la radio y la televisión e indirectamente sobre la prensa escrita, a favor de una serie de grupos empresariales privados y de gobiernos regionales. Las compañías de medios de comunicación a menudo utilizaron esta relativa autonomía para conectarse con redes empresariales globales, aumentando así su independencia respecto al gobierno. (Castells, 2010: 159)
Esto ha tenido efectos en el contenido, y se ha observado que aquellos que son dueños de los medios tienen un gran poder económico, simbólico y por ende,
político; pero, a su vez, los medios se han despolitizado cada vez más, y se
han globalizado y han ampliado su contenido a un mayor número de audiencias. El
poder político de los medios ya no depende de ideologías o doctrinas, sino más
bien del poder económico que éstos tienen y por ende, de la influencia que pueden
tener sobre decisiones del gobierno para poder seguir favoreciendo sus
intereses privados.
Una de las muchas preguntas importantes que pueden surgir a
partir de estas transformaciones es: ¿QUÉ CAMBIOS CULTURALES PUEDE TENER LA
GLOBALIZACIÓN DE LOS MEDIOS? En la entrada anterior, hablábamos de que lo local influye en lo global, y que lo global influye en lo local. Sin
embargo, consideramos importante analizar más a profundidad los efectos que
pueden tener en las culturas y qué transformaciones pueden implicar.
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